Según la Iniciativa Climática de México (ICM), la nación podría reducir sus emisiones de gases en un 30% para el año 2030.
De acuerdo a los ambientalistas, tras analizar más de 80 indicadores, se concluyó que es posible lograr este objetivo de forma «costo-efectiva».
En este sentido, se identificó que «el sector petróleo y gas, abarcado por 18 medidas, tiene el potencial de reducir sus emisiones en un 50 % de manera incondicional en comparación con la línea base».
La directora del programa de energía del ICM, Luisa Sierra, para tener una «ruta» que conduzca al país azteca a «emisiones netas cero para el año 2050», es necesaria «la reducción de la demanda de producción de combustibles en todos los sectores, además del cumplimiento de la regulación y la implementación de quemadores eficientes».
A propósito de ello, indicaron que uno de los gases cuyas emisiones deben reducirse es el metano, el cual según datos del ICM, representó el 24% del total de contaminantes para el año 2019, con una cifra de 176 millones de toneladas para ese año.
En relación a ello, el jefe de Incidencia Pública de la ONG «Nuestro Futuro», Juan Méndez, aseguró que el metano «es una amenaza invisible que existe generando más Co2 y provocando problemas respiratorios, afecciones cardiovasculares, trastornos neurológicos y psicológicos y anomalías genéticas y congénitas»; por lo que consideró que «no hay tiempo que perder en la lucha contra el cambio climático».