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Retos y Oportunidades para Fortalecer la Acción Climática Subnacional: Lecciones Aprendidas de la Comunidad Climática Mexicana

Retos y Oportunidades para Fortalecer la Acción Climática Subnacional: Lecciones Aprendidas de la Comunidad Climática Mexicana POR: Gabriela Alarcón Esteva, Gerente de Política Climática gabriela.alarcon@iniciativaclimatica.org Introducción La lucha contra el cambio climático se ha convertido en una de las prioridades globales más apremiantes del siglo XXI. A pesar de que los gobiernos nacionales desempeñan un papel crucial en la formulación de políticas y compromisos internacionales, cada vez es más evidente que la acción climática efectiva depende en gran medida de los gobiernos subnacionales, es decir, estados y municipios para el caso de México. Esto se debe a que los gobiernos locales tienen competencias directas sobre sectores clave como el transporte, la gestión de residuos, la eficiencia energética, el desarrollo urbano y el uso del suelo, los cuales son fundamentales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. En México, la Comunidad Climática Mexicana (CCM) ha surgido como una plataforma innovadora destinada a fortalecer las capacidades de los gobiernos subnacionales en la acción climática a través del intercambio de experiencias y mecanismos de capacitación y acompañamiento. En sus tres años de existencia, la CCM ha ofrecido lecciones valiosas sobre cómo enfrentar los retos y aprovechar las oportunidades que presentan estos niveles de gobierno en la lucha contra el cambio climático. La Importancia de la Acción Climática Subnacional Aunque el gobierno federal tiene la rectoría de la política climática del país, formulando políticas y estableciendo metas y regulaciones, son los gobiernos locales los que ejecutan muchas de las políticas y acciones que impactan directamente en la reducción de emisiones y en la adaptación al cambio climático. Los sectores de transporte, residuos, eficiencia energética, desarrollo urbano y uso del suelo, entre otros, son áreas donde los gobiernos subnacionales tienen un control significativo y, por lo tanto, un gran potencial para influir en los resultados climáticos. Sin embargo, no todos los gobiernos subnacionales están en la misma posición para liderar esta acción. Mientras que algunos estados y municipios en México ya han comenzado a implementar acciones transformadoras en sus sistemas de movilidad y energéticos, otros se encuentran en etapas más tempranas de desarrollo, enfrentando desafíos significativos en términos de desarrollo de su marco regulatorio, capacidades institucionales y acceso a financiamiento. Retos en la Acción Climática Subnacional Uno de los principales retos que enfrentan los gobiernos subnacionales en México es la falta de capacidades institucionales adecuadas para estructurar y ejecutar proyectos climáticos ambiciosos. Esto incluye: Oportunidades para Fortalecer la Acción Subnacional 1. Colaboración interinstitucional: La CCM ha demostrado que la colaboración estrecha entre diferentes actores puede potenciar la acción climática. La participación de la Asociación Nacional de Autoridades Ambientales Estatales (ANAAE), la Iniciativa Climática de México (ICM) y el World Resources Institute México (WRI), junto con el apoyo financiero de la Embajada Británica, ha sido clave para el éxito de esta plataforma. 2. Capacitación y apoyo técnico: Es esencial sostener en el tiempo y ampliar la gama de actividades, incluyendo webinars, mesas redondas, y programas de aceleradores dirigidos a servidores públicos que les permita adquirir las habilidades y conocimientos necesarios para la planeación e implementación de acciones climáticas. Esto es particularmente relevante ya que la mayoría de los estados y municipios no cuenta con un sistema profesional de carrera, lo que deriva en una alta rotación del personal, cuya función requiere de conocimientos técnicos complejos. 3. Visibilización de buenas prácticas y construcción de redes de conocimiento: A través de su estrategia de comunicación, la CCM ha logrado visibilizar las buenas prácticas a nivel subnacional, facilitando el intercambio de experiencias y la adopción de enfoques exitosos en diferentes estados y municipios. La sistematización de dichas buenas prácticas y su difusión entre los gobiernos locales a través de los canales de la CCM ha permitido la creación de una red de conocimiento que fortalece la acción climática subnacional en todo el país. Lecciones Aprendidas de la Comunidad Climática Mexicana La experiencia de la CCM ofrece algunas lecciones valiosas para fortalecer la acción climática subnacional en México y otros países: 1. Escuchar las necesidades locales: La relevancia de la CCM se ha mantenido gracias a su capacidad para adaptarse a las necesidades expresadas por los gobiernos subnacionales. Al haber necesidades diferenciadas entre los estados, se ha buscado facilitar espacios de intercambio de experiencias para los más avanzados – como es la transversalización de la acción climática o la emisión de instrumentos de deuda etiquetada -, así como ofrecer seminarios y mesas redondas para los estados menos avanzados sobre conceptos básicos e intermedios de la política climática. Esto también incluye apoyar a los gobiernos en transición para ayudar a reducir la curva de aprendizaje con la llegada de las nuevas administraciones. 2. Sistematización y difusión de conocimientos: La sistematización de buenas prácticas y su difusión entre los gobiernos subnacionales ha sido clave para inspirar a otros, crear sinergias y promover una acción climática más coordinada y eficaz. 3. Acompañamiento y apoyo continuo: Es esencial que los gobiernos locales sientan que no están solos en su lucha contra el cambio climático. Se requiere garantizar espacios de acompañamiento y apoyo continuo y flexible para impulsar la acción climática a nivel local. Sin embargo, esto implica asegurar financiamiento continuo y mantener la relevancia de plataformas como la CCM para todos los estados y municipios. El Futuro de la Acción Climática Subnacional en México Mirando los efectos actuales del cambio climático, es evidente que la acción climática subnacional en México debe ser más ambiciosa, coordinada y sostenida en el tiempo para cumplir con las metas nacionales e internacionales de mitigación y adaptación al cambio climático. La CCM tiene un papel crucial que desempeñar en este proceso, no solo como plataforma de capacitación y apoyo técnico, sino también como un espacio para la innovación y el liderazgo subnacional en la acción climática. El camino a seguir implicará: a) ampliar la ambición y transformar profundamente las economías locales para hacerlas sustentables, b) mejorar la coordinación entre diferentes niveles de gobierno y sectores para que la acción climática sea integrada y efectiva, c) actuar poniendo

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En movimiento, el tamaño sí importa (parte 1)

En movimiento, el tamaño sí importa (PARTE 1) POR: Dra. Verónica Garibay Bravo, Asesora Senior de Política Climática veronica.garibay@iniciativaclimatica.org En las calles vacías de una ciudad al ocaso (¿o es el amanecer?) un par de camionetas grandes y lujosas son conducidas a alta velocidad, mientras, se lee “be marvellous, be driven, be powerful, be brave”, a ritmo de “Me voy pa’ mi casa” de Cimafunk. El anuncio cierra con un paisaje bucólico, dos camionetas de lujo, y los conductores listos para una carrera más… Be iconic. Lujo, belleza, comodidad, poder. Gracias a la muy exitosa mercadotecnia automotriz los autos se han convertido en una representación de nosotros mismos. No solo nos trasladan, hablan de nosotros: dicen cómo somos, qué valoramos, qué actitud tenemos ante la vida. Entre coches hay marcas, así como entre perros hay razas. En el mercado automotriz mexicano los modelos de mayor venta habían sido tradicionalmente, autos pequeños (los llamados compactos y subcompactos) de 4 cilindros, con rendimiento de combustible aceptable y precio accesible. Sin embargo, de acuerdo con el Registro Administrativo de la Industria Automotriz de Vehículos Ligeros (RAIAVL) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en los últimos años las ventas de pick-ups y de camionetas conocidas como SUVs han crecido consistentemente, de manera que en 2022 por primera vez se vendieron más SUVs y pick-ups (56%) que compactos y subcompactos (44%) (INEGI, s/f). En 2023 continuó esta tendencia. Los fabricantes atribuyen este aumento a que los gustos de los consumidores han cambiado, que las camionetas grandes y lujosas son las preferidas ahora. Podría ser, en un mercado en el que no existieran ni la mercadotecnia ni la influencia de las armadoras automotrices en los gobiernos. Nada es casualidad… Para entender este fenómeno hay que analizar lo que ha pasado en el mercado de nuestro vecino del norte. Desde mediados de los años setenta, debido a la crisis petrolera en Medio Oriente, Estados Unidos (EUA) impuso requisitos de rendimiento de combustible mínimos para los vehículos nuevos como una medida de seguridad energética. En ese entonces, los fabricantes de autos cabildearon fuertemente para que la exigencia se hiciera más laxa en función del peso del vehículo, esto hizo que gradualmente fuera más caro producir sedanes pequeños que camionetas, aumentando el margen de ganancia de estas en comparación con aquellos. Esa política, también provocó que el peso de las camionetas aumentara 34% de 1980 a la fecha (Thomas, 2023). A pesar de que las normas de rendimiento actuales (que ahora se combinan con límites de emisión de gases de efecto invernadero) ya no están en función del peso, sí conservan requisitos diferenciados para autos y camionetas, de manera que mientras más grande el vehículo, menos se le exige. De esta manera, la oferta de vehículos compactos y subcompactos en ese país se redujo paulatinamente para dar paso a crossovers, SUVs y camionetas cada vez más grandes, más pesadas, menos eficientes y más contaminantes, pero con mayor margen de ganancia. Estos vehículos se venden tan bien en EUA que los tres grandes de Detroit – Ford, Fiat Chrysler y General Motors – dependen entre 80 y 90 por ciento de la venta de camionetas (Ulrich, 2019).  Paradójicamente, según encuestas y estudios de mercado (Alonso Rebolledo, 2017), los consumidores en todo el mundo buscan, en primer lugar, la confiabilidad y la seguridad en caso de accidente, seguidas del rendimiento de combustible y el costo. El espacio interior, la altura, y otros atributos de estos vehículos están más abajo en las preferencias. ¿Cómo es que entonces se compran cada vez vehículos más grandes? Con publicidad: el gasto promocional para SUVs de las armadoras en ese país creció de 172.5 millones en 1990 a 1,500 millones de dólares en el 2000 (Thomas, 2023).  En principio, no tiene nada de malo ser icónico y preferir espacio, comodidad, lujos. Pero tener vehículos más grandes y más pesados involucra necesariamente más consumo de combustibles y más contaminación. Por su tamaño y su peso, las camionetas de 6 y 8 cilindros tienen un rendimiento de combustible muy pobre. De acuerdo con el Departamento de Energía de Estados Unidos (US Department of Energy, OEERE, s/f), ningún modelo de camioneta pickup de 8 cilindros supera los 8.5 km/l de rendimiento combinado nominal; en el caso de las SUVs el máximo es 7.7 km/l (modelos 2022 y 2023). Este parámetro no ha sufrido muchos cambios en cuarenta años, pues es similar al rendimiento promedio de las SUVs en 1983.  En lo que respecta a las camionetas de 6 cilindros la historia es similar: modelos muy populares como la Jeep Wrangler 4dr 4WD o la Mercedes Benz G550, dan 6 km/l (equivalente al rendimiento promedio de las camionetas vendidas en 1981), o la Cadillac Escalade V 4WD, la RAM 1500 TRX 4WD o la Mercedes Benz AMG G 63 4×4 Squared que dan 5.5, 5.1 y 4.7 km/l, respectivamente. Estos valores están muy cercanos al promedio observado en 1978 en camionetas de este tipo. Incluso las escasas versiones híbridas de estos vehículos no superan los 13 km/l.  Lo mismo, pero no igual El escenario en el mercado automotriz mexicano es similar al estadounidense, pero sin las buenas noticias. El RAIAVL de INEGI (INEGI, s/f) registra desde 2016 que las ventas de subcompactos han caído dramáticamente a la par que han aumentado las de las SUVs, especialmente desde 2020. Ver Gráfico 1. La oferta de modelos SUV y crossovers se ha multiplicado, mientras que algunos modelos compactos y subcompactos no están más en el mercado. Ford, por ejemplo, descontinuó el Ford Fiesta – cuyas ventas lograron superar las 20 mil unidades anuales en años anteriores – junto con otros 3 modelos compactos y 4 modelos subcompactos. En cambio, la SUV Bronco Sport y la Pickup Ranger se convirtieron en dos de sus modelos de mayor venta en 2023 (Ver Gráfico 2). Otros modelos compactos altamente rendidores también han desaparecido del mercado mexicano en los últimos años, como el Chevrolet Volt, el Prius C de Toyota y el Honda

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