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¿Estamos caminando al cumplimiento de nuestras metas climáticas? PRODESEN 2024-2038

Isabel Moreno Coordinadora Programa de Energía isabel.moreno@iniciativaclimatica.org El pasado 31 de mayo, se publicó el Programa de Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional (PRODESEN), que es el instrumento de planeación a través del cual la Secretaría de Energía (SENER) establece la política para el sector eléctrico y en el que se prospecta el desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) para un período de 15 años, es decir en este caso, para el periodo 2024 a 2038. El PRODESEN está compuesto por diferentes programas relacionados con el SEN, a través de los que se establecen los programas de expansión de infraestructura de generación, distribución y transmisión de electricidad que se desarrollarán en los próximos años. Además, el PRODESEN señala las prospecciones de evolución de la demanda eléctrica, las tecnologías de generación y el cumplimiento de las metas de energías limpias y mitigación de emisiones. El último Inventario Nacional de Emisiones (INECC, 2022), señala que una de las principales fuentes de emisiones en 2019 fue la generación de energía eléctrica, representando el 23% del total. Por tanto, las acciones de descarbonización del sector eléctrico juegan un papel clave para que el país pueda cumplir con la reducción del 35% de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) para 2030 respecto a su línea base, misma que fue establecida en la actualización de 2022 de las contribuciones nacionalmente determinadas (NDC[1]) no condicionadas del Acuerdo de París. Asimismo, en 2023, México se adhirió al compromiso internacional de triplicar la capacidad instalada de energías renovables, también para 2030. En este sentido, la pregunta crucial es: ¿Es este plan lo suficientemente ambicioso para cumplir con las metas climáticas internacionales y garantizar una transición energética justa y efectiva? Para dar respuesta a esta pregunta, a través de este artículo se ha realizado una comparación entre la alineación de la política energética actual y sus prospectivas de desarrollo establecidas para el periodo 2024-2038, contra las necesidades nacionales para el cumplimiento de las metas climáticas. Para esta evaluación se han tomado como referencia dos documentos previamente elaborados por ICM, la Ruta Emisiones Netas Cero para México 2060, desde la Sociedad Civil (RENC-SC) (ICM, 2023) y las NDC desde la Sociedad Civil (ICM, 2022), que buscan contribuir de manera constructiva a la identificación de las acciones necesarias que reduzcan las emisiones de carbono y a la vez maximicen los beneficios sociales. Este artículo considera los rubros más relevantes para la planeación del sistema eléctrico nacional en torno a la transición energética, que son: demanda y consumo, generación, movilidad eléctrica, almacenamiento con baterías, transmisión y distribución, y cumplimiento de metas. Se desarrollan brevemente a continuación. Demanda y Consumo El PRODESEN 2024-2038 destaca la importancia de entender la evolución histórica y el estado actual de la demanda y consumo de energía eléctrica para planificar adecuadamente el sistema eléctrico nacional, bajo esta línea, define el Consumo Final como la energía utilizada por los usuarios conectados al SEN y el Consumo Neto como la suma del Consumo Final más las pérdidas de energía durante su transformación, transmisión y distribución. En 2023, el consumo neto y la demanda máxima integrada del SEN aumentaron significativamente, con un crecimiento anual que alcanzó el 3.5% y 10.2% respectivamente, reflejando la urgente necesidad de ampliar la capacidad de generación y transmisión. A pesar de estas tendencias, el PRODESEN proyecta un crecimiento menor con una tasa media de crecimiento anual (tmca) para el consumo neto agregado nacional de 2.4% para el escenario de planeación. La proyección de demanda del PRODESEN podría también estar subestimada,, debido al contexto de fenómenos climáticos extremos como las olas de calor y la electrificación de los sectores de consumo, especialmente el transporte y la industria. En relación con lo anterior, en 2023, la demanda máxima del SEN fue de 54,530 MWh/h, lo cual representó un aumento del 12.2% en comparación con el valor de 2022. En 2024, la demanda más alta registrada hasta mayo se registró el 22 de dicho mes a las 17:00, con un valor de 53,916 MWh/h. Esto es un 1.1% menor a la demanda máxima coincidente de 2023 pero es importante considerar que históricamente, la demanda máxima coincidente se observa entre junio y agosto, con mayor probabilidad de ocurrencia en junio, por lo que se espera que la demanda máxima de 2023 se supere. Véase Gráfico 1. Gráfico 1. Demanda Máxima SEN Fuente: Elaboración propia con información del PRODESEN 2024-2038 Dado que la proyección del consumo y la demanda máxima son las variables clave para los escenarios de expansión de la capacidad de generación de energía eléctrica, contar con proyecciones de alta confiabilidad es imperativo. Para esto, existen diversas metodologías probadas, como las basadas en métodos estadísticos (Fathin et al., 2021), que lograrían una mayor precisión que la mostrada en la descripción metodológica en el PRODESEN. Capacidad de Generación En el 2023, la Generación total fue de 351,695 GWh, donde el 24.32% corresponde a energías limpias y el 75.86% a energías fósiles. Esta cifra se encuentra muy alejada de la Meta de Energías Limpias para 2024, establecida en la Ley de Transición Energética, que establece un mínimo del 35%. Por ello, es urgente acelerar la adición de capacidad de generación limpia, en especial renovable. Veáse gráfico 2. Gráfico 2. Participación de energías limpias en Generación Fuente: Elaboración propia con información de los PRODESEN 2022-2037 y 2024-2038 El PRODESEN 2024-2038 podría ser mucho más ambicioso. Es de notarse que, en materia de expansión de la capacidad de generación, el documento se divide en dos periodos de planeación: 2024-2028 y 2028-2038. En el primer periodo, la adición de capacidad de generación se enfoca principalmente en proyectos ya en desarrollo, a los cuales les llama “Proyectos Estratégicos”, muchos de los cuales están basados en combustibles fósiles. Este enfoque retrasa la adopción de energías renovables y compromete el cumplimiento de las metas climáticas a 2030 si se considera en contraposición que la RENC señala como objetivos que las centrales carboeléctricas y termoeléctricas deben ser retiradas antes de 2035 y que no se deben adicionar más

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COP 16 sobre Diversidad Biológica: los pendientes impostergables del nuevo gobierno mexicano en atención al cambio climático y la pérdida de diversidad biológica.

José Morales Gerente de Ecosistemas y Cambio Climático jose.morales@iniciativaclimatica.org A finales del 2024, se celebrarán dos importantes conferencias de las Naciones Unidas para abordar las crisis globales: la Convención sobre Diversidad Biológica (COP16) y la Convención sobre Cambio Climático (COP29). En ambos casos serán espacios relevantes para la discusión sobre los progresos en atención al cambio climático y la pérdida de la naturaleza. Cada una de estas crisis tiene características, causas, efectos y contextos particulares, y al mismo tiempo convergen y se interrelacionan entre sí. El vínculo entre el cambio climático y la biodiversidad se caracteriza por una estrecha relación de causa y efecto. En el escenario actual y tendencial, entre el 20% y el 30% de las especies del mundo están destinadas a la extinción debido a los cambios en los patrones climáticos. Por otro lado, la alteración de los ecosistemas limita las contribuciones de la naturaleza a las personas, incluido el potencial de los ecosistemas para secuestrar y almacenar carbono a largo plazo. Por lo tanto, proteger y restaurar la naturaleza es crucial para atender ambas crisis, de una manera integrada y paralela. Ambas Convenciones han reconocido la importancia de integrar las agendas, por ejemplo, la Convención Marco sobre Cambio Climático ha promovido iniciativas como la Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación Forestal (REDD+) o la Declaración de Glasgow sobre los Bosques y el Uso de la Tierra. Sin embargo, queda pendiente en cómo integrar y operar ambas agendas en los instrumentos políticos, de financiamiento y en la implementación. En esta carrera por alcanzar metas a mediados de siglo, tanto el Acuerdo de París como el Marco Global de Biodiversidad de Kunming-Montreal establecen metas intermedias al 2030: Limitar el calentamiento global a 1.5 °C por encima de los niveles preindustriales, en el cual las emisiones deberán reducirse a casi a la mitad para 2030[1]. Detener y revertir la pérdida de biodiversidad a fin de situar a la naturaleza en la senda de la recuperación en beneficio de las personas y del planeta (Naturaleza Positiva)[2]. El pasado 2 de junio, en México se celebraron las elecciones que definieron diversos cargos de representación, entre ellos el Ejecutivo Federal. A partir del 1° de octubre la titular del Ejecutivo Federal electa, la dra. Claudia Sheinbaum junto a su gabinete, entrarán a ejercer sus cargos. Esta nueva administración terminará justo en la entrega de resultados de las metas intermedias, por lo que tendrán un papel crítico en el cierre de los compromisos por atender las crisis globales. Es decir, la nueva administración, en el 2030 deberá llevar a México a un camino de 1.5 grados o, que es lo mismo, reducir sus emisiones a cerca de la mitad y no sólo haber frenado la pérdida de diversidad biológica sino revertirla. A 20 días de la entrada de la nueva administración, entre el 21 de octubre y el 1 de noviembre de 2024, se desarrollará en la ciudad de Cali (Colombia) la COP16 del Convenio de la Diversidad Biológica (CDB). Este será el primer evento de atención a crisis globales que le corresponderá asistir a la nueva administración. En esta COP16, los 196 países que adoptaron el Marco Global de Biodiversidad Kunming-Montreal, en 2022, deberán presentar los avances en sus Estrategias y Planes de Acción sobre Biodiversidad, uno de los compromisos del Marco Global. Estas Estrategias y Planes de Acción Nacionales sobre Biodiversidad (EPANB) son el principal instrumento de implementación del Marco Global a escala nacional. Hasta el 13 de agosto, los países que han presentado la actualización de sus EPANB son: Malasia, Italia, Canadá, Uganda, Austria, Irlanda, China, Francia, Luxemburgo, Hungría, Japón y España[3]. La actualización debe contener una alineación con los 4 objetivos y 23 metas que presenta el Marco Global, con el fin de detener y revertir la pérdida de biodiversidad al año 2030[4]: Proteger y restaurar: Mantener, mejorar o restaurar la integridad, conectividad y resiliencia de todos los ecosistemas. En los cuales se detiene la extinción inducida por la humanidad y se mantiene la diversidad genética. Prosperar con la naturaleza: La biodiversidad y las contribuciones de la naturaleza a las personas se utilizan y gestionan de forma sostenible. Compartir equitativamente los beneficios: Los beneficios monetarios y no monetarios se comparten de manera justa y equitativa, garantizando al mismo tiempo que los conocimientos tradicionales asociados a los recursos genéticos estén debidamente protegidos. Invertir y colaborar: Todas las Partes tienen acceso equitativo a los recursos financieros, la creación de capacidad, la cooperación técnica y científica, y el acceso a la tecnología y su transferencia. México tiene un papel relevante en la lucha por detener la pérdida de la diversidad biológica, ya que tiene el segundo lugar en riqueza de reptiles, el tercero en mamíferos y el cuarto en anfibios, además de albergar el 9% de la riqueza de especies de plantas vasculares en el mundo. Si esto no fuera poco, el 20% de los vertebrados ‒mamíferos, reptiles, anfibios y aves‒ en México y entre 50-60% de las plantas vasculares son endémicas, es decir, sólo habitan en una región específica en el mundo: México[5]. Pese a esta diversidad, cerca del 30% de los vertebrados en México se encuentran amenazados. Este porcentaje es consecuencia de la pérdida y degradación acumulada de los ecosistemas durante las últimas décadas. Es importante señalar que cada ecorregión tiene su propia dinámica de extinción, por ejemplo las especies que se encuentran en las ecorregiones del Cinturón Transvolcánico Mexicano, el Golfo de México y la Península de Yucatán sufren el mayor riesgo de amenaza[6]. Pese a que se observa una tendencia decreciente en la deforestación, puede ser el resultado de una menor superficie de ecosistemas disponibles y no tanto del éxito de las políticas públicas. La COP16 se centrará en apoyar a los países para que sus EPANB estén en consonancia con el Marco Global. De acuerdo con la plataforma oficial de la Convención, México presentó su última actualización en el 2016[7]. Esta actualización aún se encuentra enmarcada en las Metas de Aichi, el Plan Estratégico para

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La Semana del Clima de Nueva York: Un espacio para la acción climática global y nacional

Rafael Fonseca Coordinador de Proyectos rafael.fonseca@iniciativaclimatica.org La Semana del Clima de Nueva York (NYCW) 2024, se celebrará del 22 al 29 de septiembre y reunirá a líderes, activistas y personas tomadoras de decisiones de todo el mundo para identificar e impulsar rutas viables de acción climática. Este año, el evento adquiere una relevancia especial para México, un país altamente vulnerable al cambio climático, que se encuentra de frente a un próximo gobierno que ha prometido priorizar la acción climática como uno de los ejes centrales de su política. En este espacio, los distintos participantes de México, incluyendo sociedad civil, sector privado y gobierno, tendrán la oportunidad de conocer experiencias internacionales y explorar oportunidades de implementación y financiamiento para fortalecer la agenda y acciones climáticas en todos los sectores. La NYCW será además un espacio donde la sociedad civil mexicana tendrá la posibilidad de evaluar el tono y la dirección de las discusiones globales en materia climática de cara a la Conferencia de las Partes (COP) 29 de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que se celebrará en noviembre de este año. En este contexto, es esencial que la sociedad civil mexicana esté involucrada activamente en los debates para asegurar que las prioridades y las luchas históricas estén presentes en la agenda global. Este año, la NYCW centrará sus esfuerzos en generar propuestas de acción climática en torno a cuatro ejes temáticos que abarcan aspectos fundamentales de la crisis climática. Algunas discusiones que pueden ser de interés para México en cada uno de los ejes, y que podrían influir en el desarrollo de políticas y acciones concretas en el país son: La nueva revolución industrial: En 2019, el sector industrial representaba el 23.6% (126.6 MtCO2e) de las emisiones netas nacionales (ICM, 2022). Frente al fenómeno del nearshoring y la atracción masiva de inversión en diversas industrias en el país, la NYCW ofrece una oportunidad para abrir discusiones sobre las estrategias de descarbonización del sector industrial. También es fundamental explorar cómo este sector puede ser un catalizador para el desarrollo regional sustentable. Por ejemplo, es posible impulsar polos de desarrollo que mejoren la calidad de vida de las personas a nivel local y regional. Además, es una ocasión propicia para identificar ejemplos internacionales de medidas que permitan desacoplar el desarrollo económico de las emisiones de gases de efecto invernadero, sin afectar la competitividad del sector. La transición energética y en el sector transporte: La NYCW es una oportunidad para que México observe cómo otros países están eliminando gradualmente los combustibles fósiles de sus matrices energéticas de manera justa, especialmente el carbón y el combustóleo. En el sector del transporte, las mejores prácticas para la adopción masiva de energías renovables y la electrificación del transporte pueden ofrecer ejemplos para enfrentar el proyectado incremento de cuatro veces en el consumo de energía eléctrica de este sector a 2030 por la incorporación de vehículos eléctricos (ICM, 2022). Nexos entre naturaleza, sistemas alimentarios y de salud: Aunque el sector de Agricultura, Silvícola y Otros Usos de las Tierras (AFOLU) en México absorbe más carbono del que emite, es importante identificar esfuerzos de mitigación que integren la erradicación de la pobreza, la seguridad y disponibilidad alimentaria, el trabajo digno y la conservación de la biodiversidad. La crisis climática tiene un impacto directo en la seguridad alimentaria y la salud pública, por lo que abordar estos nexos es esencial para mitigar y enfrentar los efectos del cambio climático de forma integral en estas áreas críticas para la seguridad humana. Liderazgo y crecimiento verde: Movilizar el financiamiento climático global es necesario para implementar soluciones climáticas a gran escala y alcanzar los objetivos de mitigación nacionales, por ejemplo, de las metas condicionadas de las Contribuciones Determinadas a nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés). Este año, más que nunca, los múltiples y crecientes impactos de la crisis climática, exigen identificar e implementar soluciones urgentes. El reciente informe del Secretario General de las Naciones Unidas subraya la gravedad de la situación: junio de 2024 fue el decimotercer mes consecutivo que superó los récords históricos de temperatura, registrando temperaturas por encima de los 50°C en varias partes del mundo. Se considera que cada año mueren cerca de 490,000 personas debido a las temperaturas extremas. Además, el informe destaca el impacto económico del calor extremo, que ha causado casi 23 millones de lesiones laborales a nivel mundial y se prevé que costará a la economía global $2.4 mil millones de dólares para el año 2030. Cobra aún más relevancia si se considera que esta conferencia centralizará las discusiones climáticas ante la ausencia de la usual Cumbre de Ambición Climática celebrada en el marco de la Semana de Alto Nivel de la Asamblea General de Naciones Unidas. Frente a este desafío, la NYCW representa para México una plataforma estratégica para consolidar su liderazgo en la acción climática global. Además, ofrece una oportunidad importante para aprender de las mejores prácticas internacionales y acelerar el cumplimiento de nuestras metas climáticas con mayor eficacia y determinación. Referencias: Climate Group (2024). Climate Week New York. Disponible en: https://www.climateweeknyc.org/ Iniciativa Climática de México ICM (2022). NDC Una propuesta desde la sociedad civil para aumentar la ambición mediante un enfoque de justicia climática. Anexo Técnico. Disponible en: https://iniciativaclimatica.org/ndc/wp-content/uploads/2023/05/Insumos-tecnicos-NDC-ICM_12-mayo-2023.pdf Organización de Naciones Unidas (2024). Llamamiento a la acción del Secretario General contra el calor extremo. Disponible en: https://www.un.org/sites/un2.un.org/files/unsg_call_to_action_on_extreme_heat_for_release.pdf Organización de las Naciones Unidas (2024). Rueda de prensa del Secretario General de Naciones Unidas sobre Calor Extremo. Disponible en: https://www.un.org/sg/en/content/sg/press-encounter/2024-07-25/secretary-generals-press-conference-extreme-heat

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Retos y Oportunidades para Fortalecer la Acción Climática Subnacional: Lecciones Aprendidas de la Comunidad Climática Mexicana

Gabriela Alarcón Esteva Gerente de Política Climática Gabriela.alarcon@iniciativaclimatica.org Introducción La lucha contra el cambio climático se ha convertido en una de las prioridades globales más apremiantes del siglo XXI. A pesar de que los gobiernos nacionales desempeñan un papel crucial en la formulación de políticas y compromisos internacionales, cada vez es más evidente que la acción climática efectiva depende en gran medida de los gobiernos subnacionales,[1] es decir, estados y municipios para el caso de México. Esto se debe a que los gobiernos locales tienen competencias directas sobre sectores clave como el transporte, la gestión de residuos, la eficiencia energética, el desarrollo urbano y el uso del suelo, los cuales son fundamentales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. En México, la Comunidad Climática Mexicana (CCM) ha surgido como una plataforma innovadora destinada a fortalecer las capacidades de los gobiernos subnacionales en la acción climática a través del intercambio de experiencias y mecanismos de capacitación y acompañamiento. En sus tres años de existencia, la CCM ha ofrecido lecciones valiosas sobre cómo enfrentar los retos y aprovechar las oportunidades que presentan estos niveles de gobierno en la lucha contra el cambio climático. La Importancia de la Acción Climática Subnacional Aunque el gobierno federal tiene la rectoría de la política climática del país, formulando políticas y estableciendo metas y regulaciones, son los gobiernos locales los que ejecutan muchas de las políticas y acciones que impactan directamente en la reducción de emisiones y en la adaptación al cambio climático. Los sectores de transporte, residuos, eficiencia energética, desarrollo urbano y uso del suelo, entre otros, son áreas donde los gobiernos subnacionales tienen un control significativo y, por lo tanto, un gran potencial para influir en los resultados climáticos. Sin embargo, no todos los gobiernos subnacionales están en la misma posición para liderar esta acción.[2] Mientras que algunos estados y municipios en México ya han comenzado a implementar acciones transformadoras en sus sistemas de movilidad y energéticos, otros se encuentran en etapas más tempranas de desarrollo, enfrentando desafíos significativos en términos de desarrollo de su marco regulatorio, capacidades institucionales y acceso a financiamiento. Retos en la Acción Climática Subnacional Uno de los principales retos que enfrentan los gobiernos subnacionales en México es la falta de capacidades institucionales adecuadas para estructurar y ejecutar proyectos climáticos ambiciosos. Esto incluye: 1. Marco regulatorio: La existencia de normativas claras y robustas es fundamental para guiar la acción climática. Sin embargo, muchos gobiernos locales carecen de un marco regulatorio adecuado que respalde sus esfuerzos en este ámbito. 2. Instrumentos de planeación y mecanismos para su implementación: Aunque se han desarrollado planes de acción climática en varios estados y municipios, la implementación efectiva de estos planes sigue siendo un desafío. La falta de coordinación entre diferentes sectores y niveles de gobierno, así como la necesidad de integrar la acción climática en todas las áreas de política pública, complican la ejecución de estas acciones. 3. Financiamiento: Acceder al financiamiento necesario para implementar proyectos climáticos es uno de los mayores obstáculos. Muchos gobiernos subnacionales carecen de las capacidades técnicas para estructurar proyectos que puedan atraer financiamiento internacional o privado. La falta de mecanismos para generar o dirigir fuentes propias de recursos a la acción climática en una escala suficiente es otro gran reto. 4. Capacitación y conocimiento: La transición hacia una economía baja en carbono requiere un conocimiento técnico especializado que no siempre está disponible a nivel local. La capacitación de funcionarios públicos y la creación de redes de conocimiento son esenciales para cerrar esta brecha. Oportunidades para Fortalecer la Acción Subnacional A pesar de estos desafíos, existen oportunidades significativas para fortalecer la acción climática subnacional en México. La CCM ha desempeñado un papel crucial en este sentido, actuando como un catalizador para la colaboración entre pares y con organizaciones expertas a través del intercambio de conocimiento, el desarrollo de capacidades y el acompañamiento en el diseño de políticas y estructuración de proyectos climáticos. 1. Colaboración interinstitucional: La CCM ha demostrado que la colaboración estrecha entre diferentes actores puede potenciar la acción climática. La participación de la Asociación Nacional de Autoridades Ambientales Estatales (ANAAE), la Iniciativa Climática de México (ICM) y el World Resources Institute México (WRI), junto con el apoyo financiero de la Embajada Británica, ha sido clave para el éxito de esta plataforma. 2. Capacitación y apoyo técnico: Es esencial sostener en el tiempo y ampliar la gama de actividades, incluyendo webinars, mesas redondas, y programas de aceleradores dirigidos a servidores públicos que les permita adquirir las habilidades y conocimientos necesarios para la planeación e implementación de acciones climáticas. Esto es particularmente relevante ya que la mayoría de los estados y municipios no cuenta con un sistema profesional de carrera, lo que deriva en una alta rotación del personal, cuya función requiere de conocimientos técnicos complejos. 3. Visibilización de buenas prácticas y construcción de redes de conocimiento: A través de su estrategia de comunicación, la CCM ha logrado visibilizar las buenas prácticas a nivel subnacional, facilitando el intercambio de experiencias y la adopción de enfoques exitosos en diferentes estados y municipios. La sistematización de dichas buenas prácticas y su difusión entre los gobiernos locales a través de los canales de la CCM ha permitido la creación de una red de conocimiento que fortalece la acción climática subnacional en todo el país. Lecciones Aprendidas de la Comunidad Climática Mexicana La experiencia de la CCM ofrece algunas lecciones valiosas para fortalecer la acción climática subnacional en México y otros países: 1. Escuchar las necesidades locales: La relevancia de la CCM se ha mantenido gracias a su capacidad para adaptarse a las necesidades expresadas por los gobiernos subnacionales. Al haber necesidades diferenciadas entre los estados, se ha buscado facilitar espacios de intercambio de experiencias para los más avanzados -como es la transversalización de la acción climática o la emisión de instrumentos de deuda etiquetada-, así como ofrecer seminarios y mesas redondas para los estados menos avanzados sobre conceptos básicos e intermedios de la política climática. Esto también incluye apoyar a los

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