PRESIDENTA CLAUDIA SHEINBAUM
APOYAMOS SU DECISIÓN DE IMPULSAR UNA TRANSICIÓN ENERGÉTICA JUSTA Y SUSTENTABLE
Las Organizaciones de la Sociedad Civil compartimos su visión
“Con base en los principios de soberanía, seguridad, solidaridad, sustentabilidad y sensatez energéticas, nos proponemos descarbonizar la matriz energética lo más rápidamente posible, garantizando en todo momento la continuidad, suficiencia y confiabilidad del suministro, así como precios y tarifas asequibles.” Claudia Sheinbaum, 100 pasos para la transformación
Coincidimos con usted en que México debe preservar a toda costa su soberanía energética. Nada arriesgaría más nuestra soberanía que apostarle al gas natural como la principal alternativa para atender la demanda futura de electricidad en nuestro país. En este arranque de su administración detectamos que continúan los pronunciamientos y las presiones de numerosos actores por seguir impulsando que se mantenga e, incluso, se incremente a futuro el uso de gas natural para la generación de electricidad.
Estas presiones se pudieran explicar por diferentes razones:
1) desconocimiento sobre cómo incrementar el porcentaje de energías renovables manteniendo la estabilidad de la red (un número creciente de países han incorporado ya en sus operaciones porcentajes de energías renovables variables mucho mayores de los que nosotros tenemos actualmente);
2) comportamiento inercial de décadas de usar el gas natural por ofrecer un suministro eléctrico continuo (de base), aunque resulte contaminante y más caro que el uso de energía solar o eólica;
3) intereses económicos vinculados con la construcción de infraestructura para el transporte y el uso masivo del gas natural.
Vivimos tiempos de incertidumbre y amenazas geopolíticas, así como de volatilidad de precios y condiciones climáticas cambiantes e impredecibles, que ponen en riesgo las cadenas de suministro del gas natural. Para que México alcance la seguridad energética que usted persigue, es indispensable que se reduzca cuanto antes la creciente dependencia de la importación de gas proveniente de los Estados Unidos. Recientes posicionamientos de ese país en materia de política internacional se perfilan como una amenaza adicional para México si el funcionamiento de nuestra matriz de generación eléctrica continúa subordinado a las importaciones de gas natural estadounidense.
Como usted lo ha planteado, mostraremos solidaridad con los que menos tienen, si logramos reducir la pobreza energética y garantizar para todos el acceso a una electricidad limpia, asequible y confiable. Esto sólo podrá alcanzarse por medio del uso de energías renovables, que son la opción más barata y flexible con la que contamos. México es un país privilegiado por su gran potencial para incrementar exponencialmente la generación de energía solar, eólica y geotérmica entre otras.
Compartimos la idea que la sustentabilidad energética significa que se atiendan adecuadamente los aspectos ambientales, sociales y económicos de la energía. Las plantas de electricidad que utilizan combustibles fósiles (incluyendo el gas natural) ocasionan impactos a la salud al contaminar el aire y al medio ambiente por los enormes consumos de agua que requieren.
Al igual que usted, consideramos que la sensatez energética implica mirar al futuro y no al pasado. Confiamos en que los planes, programas y estrategias de su gobierno serán consistentes con la acelerada transición energética que se está llevando a cabo en el mundo. Debemos ser conscientes de la gran escala y la rapidez con la que tenemos que implementar docenas de proyectos nuevos de energía solar y eólica. Esto requerirá como usted lo ha planteado, inversiones muy significativas tanto públicas como privadas.
Apoyamos sus compromisos de alcanzar por lo menos un 45% de energías renovables para el 2030 y de llegar a cero emisiones netas de gases de efecto invernadero para el 2050. Esta última meta ofrecida por México el pasado noviembre en la COP29 de Cambio Climático. En congruencia con estas metas, es indispensable que los programas y planes del sector energía incluyan el cumplimiento antes del 2030 de los siguientes hitos fundamentales:
1) eliminación total del uso del carbón y del combustóleo;
2) que el consumo de gas para generación de electricidad alcance un pico;
3) que ya no se construyan nuevas plantas de ciclo combinado después del 2028;
4) que se inicie la construcción de nuevos proyectos de energías renovables por al menos 30 GW adicionales de capacidad (18 GW de energía eólica y 12 GW de solar);
5) que se amplíen y fortalezcan las redes de transmisión y distribución de la CFE, y se implemente una iniciativa de almacenamiento de energía a gran escala.
Confiamos en que todas las instituciones del sector energía del Gobierno Federal sabrán responder a sus instrucciones, emprendiendo a la brevedad las acciones necesarias para alcanzar los hitos arriba descritos.
El desarrollo de energías renovables contribuye a la prosperidad compartida y a la reducción de la pobreza energética comprometida por su gobierno. La justicia energética es central para garantizar que los proyectos de energías renovables conlleven procesos participativos, incluyentes, y que salvaguarden el respeto de los derechos humanos de todas y todos los mexicanos, particularmente de las comunidades agrícolas e indígenas, garantizando el respeto a su visión de la transición energética.
Considerar al gas natural como un combustible de transición es una idea obsoleta promovida en el mundo por países y grandes compañías dedicadas a la extracción y comercialización de este combustible fósil. Al menos desde 2018, la ciencia señala con claridad que tenemos que llegar a cero emisiones a mediados de siglo y no sólo aspirar a reducir la tasa de crecimiento de nuestras emisiones, que resultaría de la sustitución del carbón y el combustóleo por el gas natural. Si México continúa el incremento de la generación de electricidad con gas, nuestras emisiones no harán pico en esta década e incumpliremos la meta de energías renovables y la de cero emisiones que usted ha planteado.
La soberanía energética de México depende de llevar a cabo una transición justa y sostenible que, como su plan de gobierno ha destacado, proteja los recursos naturales, la salud de la población y cumpla con los compromisos internacionales adquiridos por nuestro país.