Para que México logre reducir 35 por ciento sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en 2030 y cumplir el compromiso de emisiones netas cero a mediados de siglo, la próxima administración federal deberá realizar un cambio radical en la política eléctrica y energética, lo que implicará reducir el uso de combustibles fósiles, expuso Luisa Sierra, directora del programa de Energía de Iniciativa Climática de México (ICM).

En vísperas de la Conferencia de las Partes (COP) 28, que se realizará en Dubái, detalló que las emisiones de GEI de México, según los más recientes datos (2021), ascienden a 521 millones de toneladas. Agregó que para alcanzar la ambiciosa reducción de 35 por ciento de las emisiones, las principales acciones deben darse en los sectores eléctrico, de transporte, industrial, agrícola, de silvicultura y uso de suelo.

Nuevo compromiso

Recordó que el año pasado, en la COP 27 de Egipto, México actualizó sus contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC, por sus siglas en inglés), es decir, asumió un nuevo compromiso de reducción de GEI, de acuerdo con la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático y el Acuerdo de París de 2015. Esa meta fue de 35 por ciento de reducción; la anterior, de 2015, fue de 22 por ciento.

La COP 28 es la última de la administración actual, es la última oportunidad de presentar logros de la administración en el cumplimiento de la nueva NDC presentada. Estamos a la expectativa de cuáles serán esos anuncios.

Agregó que en esa actualización de la NDC también se agregó un compromiso de emisiones netas, relativas a que la resta entre lo que emites y lo que absorbes sea cero. El ICM hizo una propuesta desde la sociedad civil que establece cuál sería la ruta neta cero para México. Calculamos que con componentes de justicia social y género al centro del análisis, se llegaría a esa meta en 2060.

Resaltó que para que todo ello ocurra deben darse los cambios en materia de remplazo de fuentes de energía y sacar de la matriz eléctrica los combustibles fósiles de manera progresiva y justa e ir penetrando las fuentes de energía limpia, y en específico las renovables, de manera acelerada.

Expuso que “actualmente el gas natural juega un papel importante en la generación eléctrica (arriba de 60 por ciento de la generación viene de este combustible fósil); también muchas termoeléctricas utilizan carbón y combustóleo.

Planteamos que para 2030, las termoeléctricas a base de carbón se cierren de forma progresiva y justa para no afectar a los trabajadores, recapacitarlos y emprender una estrategia y plan de cierre. Las fuentes energéticas renovables son la solar, eólica, hídrica, geotérmica y de biomasa.

En el rubro de movilidad dijo que se debe incentivar el transporte público masivo y la bicicleta, y actualizar normas de eficiencia de vehículos, entre otros, todo de la mano de políticas de uso de suelo y de planeación urbana.

Carolina Gómez Mena | La Jornada
Fuente: https://www.jornada.com.mx/2023/11/19/politica/006n2pol